¿Recuerdas el lanzamiento del último Alfa Romeo de propulsión trasera? No, no hablo del Alfa Romeo 4C, una deliciosa anomalía en la gama del fabricante italiano. Hablo de un trasera dinámico y potente, pero de producción masiva. Si tienes menos de 30 años, siquiera habías nacido. Fue el Alfa Romeo 75, lanzado al mercado en 1985 y vendido durante sólo 7 años. Un servidor era poco más que un niño en aquella época. Alfa Romeo ha estado huérfana de berlinas de propulsión desde entonces. Los lamentos y la añoranza del pasado se han terminado. El Alfa Romeo Giulia está aquí, y por fin lo hemos podido someter a una prueba a fondo.
Hacía 30 años que Alfa Romeo no lanzaba una berlina de propulsión. Un servidor siquiera había nacido.
El Alfa Romeo Giulia es sin duda alguna, uno de los hitos más importantes para la marca en las últimas décadas. Es un coche con una tarea titánica por delante: plantar firmemente a Alfa Romeo en el segmento premium, destronar a sus rivales, y reconquistar la pasión que los aficionados de la marca habían perdido. Para llevarlo a cabo, FCA ha desarrollado una plataforma completamente nueva. Se llama Giorgio, y está especialmente adaptada a configuraciones de motor delantero longitudinal, con propulsión trasera o total.
Ver la galería completa en Diariomotor
Esta misma plataforma es la base del Alfa Romeo Stelvio y será la base de futuros Dodge y Jeep. El peso que recae en los hombros del Giulia es muy grande: puede encumbrar a la marca y el grupo, o dar al traste con su imagen y rentabilidad futura. Ante mí se encuentra un Alfa Romeo Giulia de color blanco. Una berlina tradicional de tres volúmenes y 4,64 metros de longitud, aunque en persona parece ser al menos 20 cm más larga. No es