Cada vez vemos más coches de estilo SUV o crossover por nuestras calles y carreteras, pero ya no solo vehículos todo camino de grandes dimensiones. Últimamente también están muy de moda los SUV de pequeñas dimensiones que, paradójicamente, se denominan SUV urbanos. Sí, hoy en día buscamos coches con apariencia todo terreno pero de pequeñas dimensiones y un estilo de diseño urbano. Algo totalmente impensable hace tres lustros.
Así es el mercado, así somos los consumidores y así son las modas. Prácticamente no hay fabricante que se resista a ello, ya que la demanda es tan alta que no subirse al carro puede suponer la pérdida de muchos clientes, incluidos los premium. Hoy, precisamente, nos ponemos a los mandos de un SUV urbano de marca premium y origen alemán: probamos el Audi Q2 asociado a un motor diésel 1.6 TDI de 116 CV y cambio manual de seis velocidades.
Nuestro protagonista llegaba al mercado durante el otoño del pasado 2016. Pertenece al segmento B-SUV pero sus rivales principales no serán los Nissan Juke o Renault Captur, ya que estos son vehículos generalistas y de precio mucho más económico, algo que también se nota en sus calidades. Lo cierto es que no tiene un claro rival, aunque sí podría rivalizar con el Mercedes GLA, pese a ser éste de mayor tamaño que el Audi, y también con el MINI Countryman.
Buscando simpatía y diferenciación estética
Una de las cosas que más nos gusta de este coche es su diseño. El Audi Q2 rompe (parcialmente) con la filosofía de la marca alemana. Este pequeño SUV no sigue la tendencia de los Q3, Q5 y Q7 de parecerse tanto entre sí. Es cierto, todavía guarda algunas similitudes con sus hermanos mayores, pero pretende mostrarnos una imagen más simpática y menos seria que el resto de la gama Q,