Ha vuelto a pasar. El conductor del coche al que precedemos está mirando la pantalla de su smartphone en vez de prestar atención al semáforo, que se acaba de poner en verde. Llegas tarde a trabajar, está lloviendo y estás de mal humor. La “pitada” que le acabas de regalar a este pobre incauto puede salirte cara. Concretamente puede costarte una sanción de 80 euros. Lo mismo ocurre si saludas a tu amigo Juan cuando te cruzas con él por las calles del barrio. Usamos constantemente el claxon, y en la mayor parte de casos estamos cometiendo una infracción. ¿Cuando debemos utilizar realmente el claxon? ¿Qué dice el Código de Circulación?
¿Cuando podemos utilizar el claxon?
El Reglamento General de Circulación es muy claro en este aspecto, regulado en el Artículo 110 del mismo:
Excepcionalmente o cuando así lo prevea alguna norma de la legislación sobre tráfico, circulación de vehículos a motor y seguridad vial, podrán emplearse señales acústicas de sonido no estridente, y queda prohibido su uso inmotivado o exagerado.
Este primer precepto empieza a dejarnos claras las cosas. El claxon es una “herramienta” que todo coche equipa de serie, pero su uso es calificado como excepcional. No es un interruptor en el que descargar nuestra frustración. Como breve inciso y apunte de cara a aquellos que desconozcan el dato, el claxon debe funcionar impecablemente en todo vehículo, ya sea motocicleta, turismo o vehículo comercial. Si vamos a pasar la ITV y el claxon no funciona, incurriremos en una falta grave que nos impedirá superar la inspección favorablemente. Asegúrate de que funciona antes de pasar la ITV.
El Artículo sólo establece tres supuestos en los que el uso del claxon es legal:
Las advertencias acústicas sólo se podrán hacer por los conductores de vehículos no prioritarios:
a) Para evitar un posible accidente y, de modo especial,