Si no tuviéramos tan reciente el Jarama Classic 2017, celebrado el fin de semana pasado en el circuito madrileño, tal vez fuéramos menos contundentes a la hora de juzgar esta preparación. Imaginaos encontraros con auténticas leyendas de la competición, con los deportivos de carreras que competían hace treinta, cuarenta y cincuenta años por los circuitos más complejos y duros de Europa. Una caballería valorada en millones y millones de euros que jamás podrías imaginarte ver junta, marcando tiempos, de nuevo, en circuito. Salvo por pingües excepciones, como las de eventos como el celebrado en el Jarama, y otros muchos que sí se celebran con mayor frecuencia en países con tanta tradición automovilística como Reino Unido, sería prácticamente imposible que nos encontrásemos y disfrutásemos del rugido de un Porsche 910 que participó en las 24 Horas de Le Mans de 1967. ¿Pero te imaginas ver a un Porsche 910 paseando por tu barrio? ¿Te imaginas que no rugiera y se desplazase sigilosamente? ¿Te podrías imaginar que este Porsche 910 se parece tanto – o más – a un coche eléctrico como el Tesla Model S que a los deportivos de carreras de su época?
Este Porsche 910, que es una réplica muy fiel al original, ha renunciado a sus motores bóxer de seis y ocho cilindros, para montar un motor eléctrico, pareciéndose tanto o más a un Tesla como a los deportivos de carreras de su época
Al hablar de la historia de este Porsche 910, desde Bloomberg apuntaban a la transformación de un clásico, de apenas 29 que fueron fabricados, en un coche eléctrico. Incluso mencionan que este coche habría conseguido una sexta plaza en Le Mans y habría aparecido en la mítica película, de igual nombre, de Steve McQueen. Lo cual nos hubiera parecido una auténtica herejía. La realidad ante la