Ojalá fuese una broma, pero nada está más lejos de la realidad. El Parlamento Europeo votará a finales del mes que viene la ampliación de la Euroviñeta (que actualmente sólo pagan los vehículos comerciales pesados) a otros vehículos, como furgonetas y turismos de menos de 3,5 toneladas. La medida, propuesta al ejecutivo europeo por la empresa concesionaria de autopistas Abertis entre otras – todos estamos pagando 1.500 millones de rescate a esta empresa española por su AP-7 deficitaria – obligaría a España a instalar peajes en todas las autovías y autopistas del país. ¿Cómo se ha llegado a esta situación? ¿Es una broma de mal gusto? ¿Puede esto prosperar?
En España no se paga Euroviñeta, pero esto podría cambiar rápidamente, así como extenderse a turismos y furgonetas.
Vayamos por partes. En primer lugar, hablemos de la Euroviñeta. Es un peaje que los vehículos comerciales de más de 3,5 toneladas deben pagar para circular por autopistas y autovías de Europa. Actualmente el pago de la Euroviñeta no es obligatorio en toda la Unión Europea: son los Estados Miembros los que deciden aplicarlo o no. La Euroviñeta está reglada en la Directiva 1999/62, cuya revisión será votada el mes que viene en el Parlamento Europeo. El futuro del transporte por carretera en la Unión Europea podría cambiar de forma radical tras esta espinosa votación. ¿Qué se vota en esta revisión?
En primer lugar, se votará la extensión de la Euroviñeta a turismos y furgonetas. En segundo lugar, la obligatoriedad de la Euroviñeta a nivel comunitario. Aunque España está oficialmente en contra de su uso, si la Directiva europea ordena su cobro a todo vehículo, no tendremos más remedio que instalar peajes en todas nuestras vías rápidas. Hoy por hoy España tiene 21 autopistas de peaje – 8 de las cuales están en quiebra y