El 14 de abril de 1927 salía de las líneas de producción de Volvo su primer coche fabricado en serie. Era el ÖV4, un cabriolet con empaque, cuyos clientes eran empresarios o profesionales de éxito, pero no millonarios. No era un “simple” Ford Model T, pero tampoco era un Duesenberg. Desde entonces, Volvo no dejó nunca de producir coches, y al poco tiempo también comenzó a producir camiones. Hoy en día, tras ser comprada por la marca china Geely tras su escisión de Ford, Volvo disfruta de una de las gamas más jóvenes y atractivas del segmento premium. Pero hagamos un poco de historia, que hoy estamos aquí para celebrar los 90 años de este fabricante sueco de automóviles.
Saab no tuvo su misma suerte. Hoy por hoy Volvo es el único fabricante de volumen afincado en Suecia.
Volvo nacía en el lejano año 1915, como filial de SKF, un importante fabricante sueco de rodamientos. SKF quería una marca para abordar el mercado estadounidense, y pensó que Volvo sería una buena opción. Volvo, significa “yo ruedo” en latín, dicho sea de paso. SKF nunca usó la denominación comercial para sus rodamientos, pero durante la segunda mitad de los años 20 pensó que sería un nombre ideal para una marca de coches. Erik Gustaf Larson fue el director de este proyecto, y en 1926 vieron la luz los primeros prototipos del ÖV4, un refinado cabriolet que se convertiría en el primer coche fabricado por la marca.
Uno de estos prototipos – que eran montados por una empresa llamada AB Galco, en la que Larson trabajaba – fue producido el día 25 de julio de 1926. El 25 de julio es San Jacobo, y aquél coche fue apodado “Jakob”. Curiosamente, el Volvo ÖV4 es conocido como “Jakob”, cuando realmente sólo uno de los pre-serie tenía