Si la insistencia de las autoridades para acabar con los diésel en las ciudades continúa, necesariamente tendrán que ofrecerse alternativas para conseguir, primero, que los conductores sustituyan sus diésel más antiguos por coches modernos y, segundo, que a la hora de adquirir un coche nuevo se decanten por un coche de gasolina, y no por un diésel. En Reino Unido también están inmersos en un intenso debate acerca de las opciones que ofrecerán a sus conductores para renovar su coche. Y todo apunta a que una de las medidas que se llevará a cabo, tal y como ya publican algunos medios (ver The Times), será la de ofrecer 2.000 libras (unos 2.360€ al cambio actual), a aquellos que sustituyan su viejo diésel por un coche moderno y tal vez con motor de gasolina.
Con la introducción de nuevas restricciones en algunas ciudades británicas, se está trabajando en un plan de ayudas a la compra de un coche “limpio” que llegarían a las 2.000 libras, unos 2.360 euros al cambio actual
Es previsible que este plan de renovación de coches, que no es tan diferente al Plan PIVE que hasta hace poco disfrutaron los compradores en España, lleve consigo otras condiciones. Condiciones que pueden ir desde residir en una ciudad con altos niveles de contaminación, hasta el requerimiento de no superar un umbral de renta determinado. También queda por especificar si la subvención se ofrecerá a todos aquellos que sustituyan su diésel por un gasolina, o también podrán acogerse los que adquieran un diésel moderno.
Recordemos que los diésel de última generación han reducido drásticamente sus emisiones de NOx, que son las que más problemas están dando en las ciudades europeas. Y son también los únicos que no deberían tener tantos problemas para resistir en las ciudades que vayan imponiendo restricciones a los