Fuentes provenientes de la industria del automovilismo anuncian la llegada de una nueva tecnología que sustituirá las baterías de ion-litio ya empleadas en algunos modelos. Esta nueva tecnología promete mejorar las prestaciones tanto en autonomía como en fiabilidad.
Por ahora, no existen fechas exactas de su llegada; ni tan siquiera se sabe acerca de cuál será su coste o en qué modelos de coche podrán ser instaladas. Sin embargo, sí se sabe acerca de qué tipos de tecnologías se están diseñando y qué rendimientos pueden llegar a alcanzar; lo que pone en tela de juicio las actualmente empleadas.
Los modelos híbridos en un comienzo utilizaban baterías cuya composición se basaba en ácido de plomo (Pb) y en Níquel-Cadmio (NiCd). Las últimas generaciones de motores eléctricos adoptan baterías cuyo compuesto, el ion-litio, mejora notablemente las anteriores. Tanto es así que prácticamente ningún fabricante se atreve a utilizar otra tecnología.
Sin embargo, todo esto parece que va a cambiar y muy pronto. La empresa española “Graphenano”, con la colaboración del socio chino “Chint”, ha patentado unas baterías compuestas por un polímero de grafeno. Esta material superconductor de la electricidad, formado por átomos de carbono puro, es capaz de desarrollar una autonomía en un coche eléctrico superior a los 800 kilómetros.
Las ventajas del grafeno son múltiples y realmente relevantes. El tiempo de carga podría ser de tan solo 5 minutos, mientras que el espacio ocupado se reduce entre un 20 y un 30%. Sus características físicas son sorprendentes: transparente, elevada conductividad térmica y eléctrica. Además es ligero y también capaz de generar por sí mismo electricidad al ser alcanzado por las partículas que componen la luz.
Con respecto a la durabilidad, su vida útil es de 4 veces superior a la de una batería de ion-litio y, por si fuera poco, la carga puede ser inductiva.
Aunque ya lo intuíamos, se