La marca de coches más de moda en los últimos meses es, sin duda, Tesla. La compañía de Elon Musk se está convirtiendo en todo un referente en cuanto a movilidad eléctrica y sistemas de conducción que nos acercan a la conducción 100 % autónoma. Sus vehículos no son baratos, pero son los coches más avanzados en materia de movilidad sostenible. No obstante, que sean productos tan exclusivos y tecnológicos no evita que no se cometan fallos.
Hoy hemos conocido una masiva llamada a revisión para 53.000 unidades de los Tesla Model S y Tesla Model X. Todos ellos han sido fabricados entre los meses de febrero y octubre del pasado año 2016. Y no, el motivo de su llamada a revisión no tiene nada que ver ni con sus funciones semiautónomas ni con el sistema propulsor eléctrico. El fallo está en el freno de estacionamiento.
La marca estadounidense de Elon Musk ha lanzado un comunicado en el que se explica el motivo de la llamada a revisión. “Los frenos de estacionamiento eléctricos instalados en los vehículos Model S y Model X construidos entre febrero y octubre de 2016 pueden contener un pequeño engranaje que podría haber sido fabricado incorrectamente por nuestro proveedor”. La marca automovilística quiere que sus clientes mantengan la calma, afirmando que el llamamiento se realiza por exceso de precaución. Tesla también ha declarado que no se ha producido ningún accidente por este problema.
Al parecer, el fallo proviene concretamente de un pequeño engranaje que podría estropearse. En caso de que esto suceda, lo único que ocurriría es que el sistema de freno de estacionamiento no podría desbloquearse, por lo que el vehículo quedaría inmovilizado. Tesla subraya que este problema no tiene nada que ver con el sistema de frenado principal del vehículo, lo que tranquilizará a sus clientes.
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