En el Salón de Shanghái Citroën nos ha presentado a su nuevo SUV, al Citroën C5 Aircross, un crossover del segmento C, una alternativa al SEAT Ateca, al KIA Sportage, al Peugeot 3008 y compañía que llegará en 2018 a Europa contando, entre otras novedades, con una mecánica híbrida de 300 caballos. Además Citroën se ha valido de este interesante SUV para presentarnos una nueva suspensión dispuesta a dejar una buena impronta en la plataforma modular EMP2 de PSA.
Esta suspensión se vale de dos topes hidráulicos para hacer más progresivos los impactos de baches
Este sistema de suspensión se llama Progressive Hydraulic Cushions e inmediatamente nos hace pensar en la larga trayectoria que tiene el fabricante francés desarrollando exquisitos sistemas de amortiguación, pero… ¿qué se esconde realmente tras este sistema?
Citroën apunta a que se han registrado un total de 20 patentes en el desarrollo de esta nueva suspensión, de esta “Progressive Hydraulic Cushions, una suspensión que añade al esquema tradicional de una suspensión dos topes hidráulicos, uno de extensión y otro de compresión.
Cuando la suspensión opera con una carga ligera de trabajo, en compresiones y extensiones sin demasiadas exigencias, estos topes hidráulicos no actúan pero Citroën nos advierte de que “la presencia de estos dos topes ha permitido a los ingenieros de la marca ofrecer una mayor libertad de movimientos que proporciona un efecto de alfombra voladora”.
En aquellas circunstancias en las cuales la suspensión tiene que hacer frente a una compresión o una extensión más dura estos topes hidráulicos ralentizan el impacto para que la suspensión trabaje de una manera más progresiva disipando la energía del impacto.
Citroën ha mentado en varias ocasiones el gran confort de este modelo, tanto por sus suspensiones como por el buen despliegue de aislante: