La evolución que ha sufrido la electrónica en el sector del automóvil es bestial. Aún recuerdo cuándo se me rompió el cable del acelerador de un viejo Renault 9 y pude llegar a mi destino con una simple cuerda. Eso hoy día es impensable pues no hay un sólo coche que se venda que no monte ya acelerador electrónico. Como este ejemplo os puedo poner miles pero el que más nos llama la atención es el de los cuadros de instrumentos completamente digitales.
Cuando era pequeño me encantaba ir por la calle viendo los relojes analógicos de los modelos, pues de esa forma podía averiguar cuál era su velocidad máxima (por marcador) o como de deportivos eran sus grafías. Sin embargo, con la llegada de la electrónica y las pantallas digitales eso será una quimera en cuestión de unos años. Uno de los grupos automovilísticos que más están apostando (además de otros) por integrar en sus coches cuadros digitales es el alemán Volkswagen.
Audi y la propia Volkswagen (como marca) ya la montan en muchos de sus modelos. Evidentemente no es un elemento que venga de serie en las versiones más básicas de estos vehículos, pero sí que se puede montar en las más equipadas a un precio “razonable”. A día de hoy, ni Seat ni Skoda, las dos marcas plebeyas del grupo pueden montar esta chuchería tecnológica, pero la cosa podría cambiar en cuestión de un año y poco.
Según se rumorea por los mentideros de la red, Seat incorporará el próximo año a su compacto Leon un cuadro de instrumentos digital. Esta información es un tanto contradictoria, pues la firma avisó que sería el Ibiza en sus versiones más equipadas quién la estrenaría. Aún así, lo importante ya lo sabemos y es que la firma española se dejará seducir por una