Hoy en día lo retro está de moda, de eso no hay duda. Lo vemos en la decoración de hogares, en motos con las Vespas restauradas o el estilo “Cafe Racer” y también en los coches. El Fiat 500 resurgió hace unos años y su éxito está lejos de cualquier cuestión, la marca británica MINI volvía con productos actualizados y también triunfaba, ¿por qué no explotarlo? Fiat, por su parte, ampliaba la gama 500 con los 500X y 500L, mientras que MINI creaba modelos como los 5 puertas, Clubman o Countryman.
Hoy, en Actualidad Motor, nos ponemos a los mandos del MINI Countryman Cooper D. Probablemente sea el coche de la marca menos “mini” de toda la historia de la marca, pero la mezcla de esa estética y detalles tradicionales con la robustez y la gran habitabilidad han logrado crear un producto redondo, convirtiéndolo en el coche más práctico de la gama. Todo ello, además, respaldado por el buen hacer de BMW Group, a quien pertenece la firma británica.
Es la segunda generación del MINI Countryman, por lo que las diferencias respecto a su predecesor van mucho más allá de leves cambios estéticos. El nuevo Countryman crece notablemente. Sus dimensiones exteriores son de 4,30 metros de largo, 1,82 de ancho y 1,56 de alto, lo que supone un crecimiento de nada menos que 20 cm en longitud y 3 cm en anchura. Su distancia entre ejes también aumenta hasta los 2,67 metros.
Muy robusto y grande, pero muy MINI
El MINI Countryman ya no trae los faros principales totalmente circulares que veíamos antes. Pese a que mantiene aquella esencia, ahora tienen unas formas más ovaladas con líneas prácticamente rectas. Además, su iluminación es Full LED. En el capó, además de las franjas negras de decoración, que cuestan 125 euros, vemos nervaduras que aportan mucho