El Fiat 500L es un familiar cercano del Fiat 500. Junto al Fiat 500X, forma parte de la familia más superventas de Fiat, núcleo de su gama europea. El Fiat 500L fue lanzado al mercado en 2012, y ya necesitaba una renovación para mantenerse actualizado en el competitivo sector del automóvil, dominado por los crossover. El Fiat 500L trata de desdibujar las fronteras entre los monovolúmenes y los crossover, tratando de competir más directamente con sus rivales – como el Opel Crossland X y el Peugeot 2008 – tras este lavado de cara, centrado en estética, conectividad y reorganización general de la gama. ¿Qué ha cambiado en el Fiat 500L?
Renovación estética y más conectividad
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El Fiat 500L se renueva a nivel estético, y lo hace de forma más o menos ligera. Fiat afirma que el 40% de los componentes del renovado Fiat 500L son de nueva factura. Aunque su plataforma y aspecto general apenas varían, sí se percibe como un coche mucho más moderno gracias a un nuevo frontal. En este frontal destacan los nuevos LEDs diurnos – muy similares a los de los renovados Fiat 500 – así como una nueva calandra, y una nueva moldura cromada en la que se enmarca el logotipo de la marca. También se han rediseñado los paragolpes y la estructura interna de las ópticas principales, de aspecto más moderno.
37 combinaciones de color y hasta 1.500 combinaciones de interior. El Fiat 500L es el coche más personalizable del segmento.
Los cambios son más discretos en la zaga, donde podemos encontrar unos nuevos pilotos traseros con tecnología LED, que en el caso de la versión Wagon van acompañados de un segundo juego inferior de pilotos. De sus versiones os hablaremos un poco más adelante. En el habitáculo también hay cambios