A comienzos del milenio, como MY 2002, Harley Davidson nos presentó a la Harley Davidson V-Rod, un modelo muy diferente al resto de la gama de los de Milwaukee que, introduciendo una nueva familia, la VRSC, nos proponía una muscle-bike de gran porte que en estos 15 años de vida se ha tenido que enfrentar a modelos como la Ducati Diavel (de la que recientemente os hablábamos por su idilio con AMG) o la Yamaha V-Max, pero… ¿sabías que su motor había sido desarrollado con la ayuda de una célebre marca alemana de coches?
Aunque Porsche se encargó del desarrollo final del propulsor de la V-Rod su historia comienza a mediados de los 90 con la VR1000 de superbikes
Bautizado como Revolution el motor de la Harley Davidson V-Rod (modelo que sigue hoy en día a la venta) estaba desarrollado de la mano de Porsche, dándole a esta custom de largo cuerpo y escueta carrocería, donde el avance de las suspensiones y sus escapes acaparan el protagonismo, una mecánica de dos cilindros en V un tanto polémico.
Este propulsor es un bloque refrigerado por agua (no te dejes engañar por los aletines de los cilindros) lo que en su momento, como le ocurrió a Porsche con el 996, supuso la crítica de los aficionados más conservadores a la marca que además veían como desaparecían los carburadores en favor de una inyección electrónica. Estamos hablando de uno de los sectores más clásicos del motociclismo, no de aficionados a las motos japonesas que puedan entender cambios de este tipo, de ahí que pronto se empezara a denominar a este modelo como “la bastarda”.
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Que la V-Rod contara con este motor le valió el sobrenombre de “la bastarda”
Este motor V2, con los dos cilindros a 60º, cuenta con una cilindrada de