Ferrari es una de las marcas de coches que más seguidores tiene en el mundo. No es extraño, pues su historia, modelos y aura que la envuelve son únicas. Sin embargo, los fabricantes no viven del aire y Ferrari ha tenido que pelear durante años hasta lograr la estabilidad financiera por la que está pasando en estos momentos. De hecho, en sus 70 años de historias ha pasado por alguna que otra crisis que ha hecho temblar sus cimientos.
Desde que fuera adquirida por el Grupo Fiat S.P.a., hasta nuestros días las cosas han cambiado mucho. Tan grande y profundo ha sido que a nivel financiero es una firma independiente del consorcio italiano, pues hace un año y medio hizo su debut de forma independiente en bolsa. Ello fue posible gracias a la creación de una Spin-Off de la propia Ferrari fuera del ahora Grupo Fiat Chrysler Automóbiles (FCA).
Con este movimiento estratégico Sergio Marchionne y los responsables de FCA buscaban airear las cuentas de Ferrari y que su cotización en la bolsa de Milán creciera. Este camino le ha sentado de lujo a la firma de súper deportivos pues hoy día el precio de sus acciones está en 82 euros. De hecho, desde inicios del 2016 hasta el día de hoy, el valor de los títulos de Ferrari casi se ha doblado, pues inició su andadura con una cotización de unos 46 euros.
El crecimiento bursátil de Ferrari no ha sido gradual, pues ha sido desde que llegara el presente año, cuando se ha producido el mayor incremento. En enero de este año las acciones estaban en los 54 euros frente a los 43 del año 2016. La tendencia al alza es más que positiva y por tanto el valor de la compañía no deja de incrementarse al ritmo que lo hacen