La contaminación vuelve a hacer estragos en los núcleos urbanos. En esta ocasión la ciudad protagonista es Valladolid, cuyas autoridades -que recordemos, han bonificado el IVTM de los vehículos diésel de menos de 120 gr/CO2– han anunciado la aplicación de una serie de restricciones al tráfico rodado, restricción que se inicia el viernes a las 8:00h y se levanta el lunes a las 22:00h.
Las emisiones contaminantes de los vehículos, combinadas con las altas temperaturas y la ausencia de viento y precipitaciones se han traducido, según las autoridades de la capital castellanoleonesa, en unos niveles de ozono superiores a los máximos marcados por la OMS, dando lugar a la activación del protocolo anticontaminación ya en su Nivel 2.
Fuentes del ayuntamiento vallisoletano han comunicado que se restringirá el tráfico en la denominada “almendra central”, de forma que sólo se permitirá la circulación en el interior de estas calles al transporte colectivo, escolar, bicicletas, a vehículos con tarjeta PMR, emergencias, residentes, vehículos con el distintivo “cero emisiones” y “ECO” establecido por la DGT, de personas con movilidad reducida, servicios esenciales y funerarios.
Hace unos meses la capital española sufrió varios episodios de alerta por contaminación, episodios que llegaron, en una ocasión, a activar la restricción de acceso al interior de la M30 a los vehículos con matrícula par. Ahora es Valladolid la que decide restringir el tráfico de forma aún más severa, ya que no se tiene en cuenta la matrícula sino el distintivo medioambiental.
Valladolid ha sido una de las ciudades que más ha apostado por el vehículo eléctrico. La cercanía de la fábrica de Renault -FASA Valladolid- donde se construye, para todo el mundo, el eléctrico Twizy, supuso un gran impulso a este tipo de movilidad, de forma que Valladolid fue una de las primeras ciudades en bonificar el uso de