La seguridad en los vehículos nuevos es algo primordial que debe ser vigilado por todos los actores que participan en el sector del automóvil. Las marcas de coches son las primeras que “buscan” la máxima seguridad en sus modelos, pero a veces necesitan la ayuda de proveedores externos. La razón de contar con esta colaboración es que las inversiones que hay que llevar para crear una solución tecnológica son elevadas y a veces hay que repartir estos costes.
Desde que el Oldsmobile Toronado del año 1973 incorporara este valioso elemento de seguridad su desarrollo ha sido imparable. Cierto es que la marca que tiene el reconocimiento por ser la primera en montar airbags en sus coches es Mercedes-Benz, pero la firma americana le ganó por un par de años. Sea como fuere, desde entonces hasta ahora han evolucionado tanto que tenemos airbags para proteger incluso a los pasajeros en caso de que sean atropellados.
Otra de las curiosas evoluciones de este sistema es el que patentó y presentó Ford. Este airbag va integrado en el cinturón de seguridad de las plazas traseras y se despliega para evitar lesiones en el torso a los pasajeros. Siguiendo esta innovación, ha sido el especialista en componentes ZF quien ha patentado un nuevo sistema de airbags que en lugar de ir en el cinturón va en la cara interior de los asientos delanteros.
Con este nuevo airbag ZF quiere mitigar los movimientos de la cabeza de los pasajeros delanteros para además, reducir las posibles colisiones que se puedan dar entre estos cuando se sufre un impacto lateral. Esta innovación nace del progresivo endurecimiento que sufrirán los test de impacto de EuroNCAP. Al parecer, para el año 2020 se realizará una nueva prueba para evaluar la seguridad de los coches aunque un impacto en la parte opuesta del