Llega la nueva edición del GP de Europa en Bakú. La F1 vuelve a tierras europeas con este fantástico circuito tan estrecho y con unas vistas tan estupendas por el casco antiguo de esta ciudad. Sin duda un circuito en el que se hace difícil adelantar por sus dimensiones, como en Mónaco, y además con la recta más larga que tendrán que afrontar los equipos. El reto es tener alta carga aerodinámica para que el coche se comporte bien en todas las curvas que tiene el circuito y que eso no haga perder demasiado tiempo en la recta eterna. Y nuevamente, quien lo pasará peor son los motorizados por motores menos potentes, es decir, Renault y Honda.
Renault anunció que no tendrían ninguna gran mejora para este año, que la siguiente gran mejora que esperan será ya en 2018, algo que ha dejado a muchos asombrados, puesto que se esperaba esa mejora ya en el GP de Canadá. Al menos en Red Bull la ansiaban. Y no solo no se retrasará, sino que parece que no llegará. Aunque confían en mejorar pequeñas partes. Es algo raro lo de Renault, ya hicieron algo similar hace unos años cuando no gastaron los tokens que le quedaban a pesar de ser los que más tenían… Supongo que ellos tendrán algún plan y tiene un motivo. Así que en este circuito veremos cómo se comporta el Red Bull, y parece que tanto Ferrari como Mercedes seguirán al frente si no les ocurre nada.
El otro que se esperaba que diese un gran salto de prestaciones era Honda, pero tampoco tenían lista la mejora para el GP de Canadá, donde todo el equipo de Woking la esperaba como agua de mayo. Ahora parece que desde Honda han anunciado que la introducirán en este GP, al menos