La semana pasada viajamos a los Alpes alemanes, para poner a prueba al renovado Peugeot 308. El 308 es uno de los productos estrella de Peugeot, el primero en estrenar la plataforma modular EMP2 y el primero en portar orgulloso el lenguaje de diseño del que la marca disfruta hoy en día. Es uno de sus coches más vendidos, y es su principal arma en un segmento C que supone el 38% del mercado mundial – hablamos de más de 25 millones de coches anuales. Aunque los crossover compactos – como el propio Peugeot 3008 – siguen su crecimiento imparable, los compactos tradicionales soportan el envite, y se reinventan para ser más atractivos que nunca.
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El 44% de los Peugeot 308 se vende fuera de Europa, y desde su lanzamiento, acumula la friolera de 34 premios al Mejor Coche del Año.
El Peugeot 308 fue lanzado al mercado en 2013, y cuatro años después, recibe un lavado de cara, necesario para mantener su atractivo de cara al mercado. Aunque el Peugeot 308 aún era un coche muy actual en cuanto a motorizaciones y dinámica, se había quedado algo atrás en cuanto a diseño y especialmente en cuanto a tecnologías. La actual renovación debería extender la vida comercial del Peugeot 308 en al menos tres años, hasta el lanzamiento de una tercera generación. Tras nuestro viaje a Alemania, te contamos de primera mano cómo ha cambiado el compacto superventas del león. ¿Sigue siendo una buena opción de compra?
1) Un diseño más atractivo
El diseño del Peugeot 308 es ahora más afilado. Los principales cambios se centran en la nueva calandra, más cercana a productos como el Peugeot 5008, y las nuevas ópticas delanteras. En persona se aprecia que el coche es más moderno, y aunque no podemos