El poder de atracción que ejerce el dinero fácil es a veces difícil de resistir y la especulación no es un deporte exclusivamente nacional. Ya hace tiempo que se está hablando de especulación -de nuevo- en el automóvil. Con cada día que pasa vemos el precio de los Ferrari usados subir y subir, y así con casi cualquier coche medianamente deportivo o de lujo. Los Corvette, también.
¿Especular con un Corvette? En Jalopnik se preguntan por qué nadie parece conducir los Corvette, ya que en los anuncios de segunda mano, los coches apenas tienen kilometraje. La única respuesta que se nos ocurre al ver los ejemplos citados es que más de uno se imaginaba que podría volver a vender su Corvette haciendo un beneficio. Craso error.
Los Corvette, como objeto de decoración
Según Tom McParland, autor del artículo en Jalopnik, los Corvette nuevos se pueden conseguir actualmente con descuentos de hasta 10.000 euros. Lógicamente, con esa clase de descuentos no tiene mucho sentido comprar un Corvette que tiene un par de años y ha estado parado casi toda su vida; mejor uno nuevo.
Obviamente, para muchos compradores de Corvette en EE.UU., el deportivo de GM no será su único coche, sino más bien el de los fines de semana. Aún así, resulta un tanto sorprendente ver cómo algunos coches han recorrido menos de 1.000 kilómetros en dos o tres años.
Y realmente no hay ninguna razón de peso -salvo las que sean personales e inherentes a cada comprador, claro- para no usar un Corvette más a menudo. Un Corvette no es un como un Ferrari de los años 80 o 90 que necesitaban una revisión cada vez que lo sacabas del garaje.
Meeting the locals at the Labrang Monastery, Tibet. As always, showing up in a Corvette was a great