Si por algo es conocido Jon Olsson es por su obsesión por no pasar desapercibido. Por eso, y por atesorar en su garaje algunas de las preparaciones más locas que hayamos visto en los últimos años. Amante y profesional del esquí y los deportes de invierno, Jon tuvo la feliz idea de encargar diferentes preparaciones de sus deportivos favoritos que le permitieran acudir a las pistas invernales, desde un Audi R8, hasta un Lamborghini Huracán con decoración de camuflaje nival, y hasta un maletero en el techo para portar los esquíes y sus aperos. Tras perder una de sus piezas más preciadas en un robo, su Audi RS6 Avant DTM, Jon no ha desistido y ha seguido haciéndose con preparaciones de coches exóticos. Pero la última probablemente no te la esperabas y es un Rolls-Royce Wraith que se llama George The Rolls. El propio Jon asegura que siempre había querido tener un Rolls-Royce y es por eso que encargó un Rolls-Royce Wraith con una preparación que incluye turbo.
Se podría decir que cada uno ha de hacer con su dinero lo que le plazca. Aunque las preparaciones a las que ha sometido Jon Olsson a su Rolls-Royce Wraith bien podrían entenderse como una herejía, en tanto a roto con todos los esquemas, y las cualidades que se esperan de un Rolls.
Su preparación exterior se entiende, primero, por su afán de conducir coches llamativos y muy exóticos y, segundo, y según él mismo reconoce, para salir del asfalto y moverse por zonas invernales y pistas complicadas, de ahí que haya instalado una baca en el techo, o esos llamativos sistemas de luces auxiliares.
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Probablemente la idea de preparar el motor V12 de este Rolls-Royce Wraith turboalimentándolo fuera innecesaria. En cualquier caso, él optó por esta opción que ha