Varias veces os hemos informado sobre el futuro que podría correr Lotus Cars. La firma que fundara Colin Chapman no ha tenido una gran suerte, que se diga, en temas financieros. De hecho, su actual matriz DRB Hicom se ha visto obligada a venderla al gigante chino Geely tras competir “al menos en rumores” con el Grupo PSA. Sí, el gato se lo ha llevado al agua la firma que controla Volvo, pero con la integración de Lotus en Geely las cosas se ponen interesantes para la firma inglesa.
Lo primero que quiere hacer el CEO de Geely es que Lotus Cars vuelva a ser rentable. Las cosas no son fáciles para la pequeña marca inglesa, pues durante más de 20 años lleva perdiendo dinero. El primer punto en el que estaría pensando Li Shufu para aliviar los elevados costes de producción de la firma sería trasladar parte de la producción a China. Este movimiento es exactamente el mismo que ha seguido Volvo con la producción de su nueva berlina S90.
Esta decisión, a priori controvertida, no tiene por qué afectar a los resultados e imagen deportiva de Lotus Cars. Hay que recordar que Geely ha sido capaz de mejorar el posicionamiento e imagen de Volvo con medidas de este tipo, sin que los resultados financieros y de ventas se resientan. Norfolk seguirá siendo el centro neurálgico desde el que saldrán los diseños y tecnología que montarán los próximos Lotus del futuro, pero su fabricación será mucho más económica.
Según ha declarado Li, tanto Lotus como Proton “experimentarán nuevas tendencias tecnológicas incluyendo la electrificación” además, también ha apostillado que
“el profundo conocimiento de la región que obtendremos con Proton y Lotus a través de esta asociación de transformación, junto con nuestra experiencia tecnológica y liderazgo en la innovación, abre la puerta a Zhejiang Geely