Quien haya estado alguna vez en Londres sabrá que uno de los múltiples iconos que crean la peculiar imagen de la capital británica son sus característicos taxi. Los cabs negros y con carrocería monovolumen llevan muchos años circulando por sus calles, y son un símbolo de la ciudad.
Pero la compañía que los fabrica, la London Taxi Company, ahora propiedad de la china Geely, también es consciente de la necesidad de evolucionar sus taxi hacia modelos eléctricos más modernos y por eso en el Goodwood Festival of Speed que comienza en unos días, hará debutar las nuevas versiones eléctricas.
Dos prototipos se atraverán a medirse a la famosa colina del castillo al haber sido invitados para compartir paddock con los supercoches. ¿Por qué? Pues la organización ha decidido invitarles porque en su fabricación se emplean técnicas similares a las de los supercoches.
Probados más allá de las calles de Londres
Los nuevos taxis londinenses, todavía en fase fina de desarrollo, se construyen con materiales ligeros para asegurar que compensan el sobrepeso que supone el uso de baterías y para asegurar también que consiguen la mayor autonomía posible con una sola carga.
Así cada día los taxi eléctricos subirán la colina a una velocidad considerable pero sin hacer ningún ruido. Las pruebas a las que los están sometiendo les ha llevado hasta el desierto de Arizona en Estados Unidos e incluso al Círculo Polar Ártico, muy lejos de su habitat habitual que serán las calles de Londres.
Sin duda la presencia de los taxi de la London Taxi Company será un punto de color más en el mayor festival del mundo del motor de Inglaterra y parte de Europa, el Goodwood Festival of Speed, lugar de peregrinaje al menos una vez en la vida.
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