A principios de 2014, un socavón se tragó varios coches en el museo Corvette en Bowling Green, Kentucky. La tierra se tragó ocho Corvette y algunos estaban tan destrozados que ya no se pudieron arreglar. Es uno de los episodios más famosos de socavón, pero no es el único.
Sin que sea algo que ocurre a diario, los ejemplos de socavones en la carretera son más habituales de lo que nos pensamos. Algunos de los más famosos en España son el de la AP-7 en 2004 cerca de Girona o el de la antigua N-525 entre Zamora y Orense, considerado por la prensa local como el mayor socavón vial de España. ¿Pero cómo se forman? ¿Se pueden prevenir? La explicación es sencilla, sobre todo si me lo explican con un Hot-Wheels y una caja de arena.
Grady Hillhouse, ingeniero de profesión, lleva el canal de YouTube Practical Engineering. Mediante miniaturas y ayudas visuales explica de forma sencilla y amena complejos problemas de ingeniería civil. Aquí, nos habla de lo impredecible que puede ser nuestro subsuelo.
Y es que realmente no hay manera de predecir la formación de un socavón no de saber cuándo se está formando. Hasta que las estructuras que hay encima de él empiezan a fallar. Muchos de esos socavones se deben a rupturas de las canalizaciones de agua, especialmente las de evacuación de agua de lluvia.
Cuando se produce un socavón, éste se va a tragar todo lo que hay encima. En ocasiones son unos Corvette en Kentucky y en otras son una pareja que pasaba por Viladecavalls.
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