Hacía mucho viento en pista y la lona que cubría el monoplaza comenzaba a revelarse contra la tardanza. A los pocos segundos, se presentó ante la prensa y los patrocinadores: el monoplaza de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) que se va a ir a Silverstone. Los artífices del proyecto, de principio a fin son estudiantes de ingeniería del Instituto Universitario de Investigación del Automóvil (INSIA).
Como forma de complementar su formación, participan en una de las competiciones de ingeniería más importantes del mundo, la Formula Student, y de ahí competirán los próximos 20 y 23 de julio en el campeonato internacional en Silverstone, junto a más de 80 equipos de todo el mundo. Verán competir en la cuna del motor británico el monoplaza que crearon sobre el papel. Porque no todo gira en torno a la alta competición.
Una competición made in Texas
Por iniciativa del INSIA-UPM se creó en 2003 el UPM Racing como proyecto de formación de estudiantes de ingeniería. Un proyecto cuya finalización implica hacer diseñado, fabricado y rodado eficazmente un monoplaza fiable bajo un presupuesto asumible. Y no solo eso, competir en la Formula Student. ¿De dónde viene? La Formula Student bebe directamente de la Formula SAE (Society of Automotive Engineers), que nació en 1981 en la Universdad de Texas, Austin.
Diseñar, producir, fabricar, presentar y competir es el desafío al que se enfrentan los equipos año a año.
Se extrapoló a otras partes del mundo y actualmente compiten 553 equipos y más de 16.000 alumnos. La Formula Student utiliza el mismo reglamento de la competición original de la ‘Formula SAE, que realizó su primera competición en Estados Unidos en 1981. Una fórmula de éxito que se ha repetido en diferentes países, siendo las más destacadas dentro de Europa, las celebradas en Reino Unido (Circuito de Silverstone) y Alemania (Circuito