La situación actual de General Motors es cuanto menos curiosa. En cuestión de una década ha pasado de ser el grupo automovilístico más grande del mundo a estar situado entre el puesto quinto y décimo del ranking. Como reza el dicho “a base de caídas aprende el jinete”, y General Motors ha necesitado de unas cuantas (de las gordas) para darse cuenta de que el tamaño en esta vida no lo es todo.
La implosión que está viviendo el grupo choca contra los planes expansionistas de todos los demás del sector, pero lo que quizá no sepamos es que igual tienen razón. No, no me refiero a que haya que ser pequeño para sobrevivir en este complejo mundo, sino que parece se han centrado en la rentabilidad unitaria en lugar del volumen puro y duro. Por ello, no nos parece arriesgado que hayan salido de los mercados donde más dinero estaban perdiendo para centrarse en los que ganan dinero.
Uno de ellos es China y la firma que mejor satisfacciones les da en aquel país es Buick. La casa de los tres escudos está manteniendo un ritmo de ventas más que bueno y para aprovechar su tirón el grupo americano quiere meterse en el meollo del mercado local. Esto es, lazar productos eléctricos que satisfagan las demandas de los clientes del país.
El primer producto que llegará será el Velite 5 y tras él un nuevo SUV de corte eléctrico. Ambos modelos tomarán como base la misma plataforma para vehículos eléctricos que ha desarrollado General Motors y que también da vida al Opel Ampera-e. Con este lanzamiento la firma americana podría posicionarse en dos nichos de mercado que no dejan de crecer, el de los SUV y los coches eléctricos.
Según se ha filtrado por una fuente cercana a la marca el futuro Buick