La adquisición fue anunciada el pasado 6 de marzo y concluida en estos días. El Grupo PSA se ha hecho de forma definitiva con Opel y Vauxhall. Desde hace un lustro la firma alemana (y por consiguiente su filial inglesa, Vauxhall) estaban en la cuerda floja por sus bajos rendimientos económicos. General Motors, a día de hoy, necesita soltar lastre, pues necesita recuperar el terreno perdido en cuanto a rentabilidad se refiere.
Ya en su día se especuló con que el Grupo PSA quería hacerse con una parte del accionariado de Opel, pero lo más que se acordó fue una línea de colaboración. De ella han salido los todo caminos Opel Crossland X y Citroën C3 AirCross (y pronto también llegará la nueva generación del Peugeot 2008). Sin embargo, parece que tras ese acuerdo de colaboración había más tela de la que podíamos imaginar.
Si echamos los ojos hacia atrás podemos ver la evolución que ha vivido el consorcio francés y que ahora parece estar en su mejor momento histórico. Con la inclusión de las operaciones de Opel y Vauxhall la cuota de mercado en Europa del Grupo PSA en el primer semestre de este año ha sido del 17 por ciento. Este número es determinante pues gracias a él se convierten de golpe y porrazo en el segundo grupo automovilístico del viejo continente, superando al Fiat Chrysler Automóbiles y quedando por detrás del magnánimo Grupo Volkswagen.
Según han comunicado, en los próximos tres meses se presentará el nuevo plan estratégico que dará forma a los nuevos movimientos de Opel y Vauxhall dentro del Grupo PSA. Michael Lohschellen, CEO de Opel y Vauxhall ha confirmado que aprovecharán todas las sinergias que les proporciona el grupo francés para ahorrar un montante de 1.700 millones de euros anuales.
Con este movimiento estratégico el grupo galo se