El segundo día de test de temporada en el circuito de Hungaroring completó hoy el “paseo” de Ferrari tras su victoria en el Gran Premio de Hungría y la primera posición de Charles Leclerc en el día de ayer en su debut a bordo del SF70H. Aunque realmente las posiciones en estas jornadas son superficiales, el buen rendimiento del Ferrari ha sido motivador para el equipo; lo suficiente como para que Sebastian Vettel cambiara los planes iniciales de no rodar y acabara estando en pista esta mañana. El alemán dio 40 vueltas, suficiente como para marcar el mejor tiempo del día e irse de vacaciones con algo más de trabajo hecho. Kimi Räikkönen tomó su lugar por la tarde en un día marcado por el retorno público de Robert Kubica.
El polaco centró todas las miradas y en un ambiente más digno de un campo de fútbol que de un circuito de Fórmula 1 -los coros de sus aficionados en la recta de meta ponían los pelos de punta tanto por el número de gente como por el volumen de sonido- estuvo de nuevo en la posición que él quería: la de piloto. De hecho, Kubica había afirmado que no volvería a un paddock de la categoría reina a menos que fuera como piloto y después de rechazar múltiples invitaciones -incluyendo al pasado Gran Premio de Hungría-, no fue hasta ayer cuando volvió a estar en un paddock del mundial, ya como piloto. Por ahora lo hace como piloto de pruebas e incluso hoy rodó con la luz posterior de color verde como es tradición en los pilotos debutantes.
Aún así Kubica, que sube y baja marchas solo con la mano izquierda, no descuadró y estuvo todo el día en la zona media de la tabla y con una progresión evidente. Al final