Hace escasos minutos Audi ha comunicado la nueva forma en clasificará sus productos en función de las motorizaciones. Parece que se acabará, o mejor dicho, se modificará aquello del 2.0 TDI y demás nomenclaturas en función de su cilindrada en la parte trasera de la carrocería. Los nombres del modelo, desde el pequeño A1 hasta el gigante Q7 se mantendrán inalterados.
El tipo de motor seguirá luciendo, es decir, todavía veremos las inscripciones TDI, TFSI, g-tron y e-tron en la zaga de sus coches, pero la cilindrada se sustituirá para informar sobre la potencia de la mecánica. Tampoco veremos, por ejemplo, 150 CV o 310 CV, sino que los clasificará en bloques diferentes, cada uno con un número, dependiendo del rendimiento de su motor. Vamos a verlo más detalladamente.
Audi quiere clasificar las nomenclaturas de sus mecánicas en función de niveles de rendimiento. Según nos comenta la firma alemana, las combinaciones numéricas irán desde el número “30”, que serán los menos potentes, hasta el “70”, que se utilizará en aquellos que superen los 400 KW (más de 545 CV). Los bloques numéricos irán de cinco en cinco, es decir, “30”, “35”, “40”, etc.
La denominación “30”, que es una de las pocas que Audi ha detallado, será para las motorizaciones que rindan entre 81 y 96 KW, que viene a ser entre 110 y 130 CV. El número “45” se utilizará para potencias de entre 169 y 185 KW, que son 230 y 251 CV respectivamente.
Sabemos que, ahora mismo, es algo un tanto lioso. Audi justifica este movimiento diciendo que “a medida que las tecnologías de propulsión alternativas cobran cada vez más relevancia, la cilindrada como atributo de rendimiento de un motor pasa a ser menos importante para nuestros clientes”. Añaden que de esta forma es “más sencillo distinguir en los niveles de