La situación entre Honda y McLaren es cada vez más tensa. A pesar de los intentos de los japoneses por seguir mejorando su propulsor, la situación con los de Woking lejos de mejorar, sigue empeorando cada carrera a medida que los resultados siguen sin llegar. Para colmo los de Zak Brown tienen que encontrar la forma de que Fernando Alonso no deje el equipo al final de la temporada cuando termine su contrato y parece que con Honda de por medio no lo hará.
En el Gran Premio de Bélgica Fernando Alonso se retiró a poco menos de veinte vueltas del final después de una gran salida que se había visto ensombrecita por la falta de rendimiento de su monoplaza. En más de una ocasiones pudimos oír al español quejarse por la radio por una situación que no dudó en calificar como «vergonzosa».
Llegó a pedirle a su ingeniero que no le volviese a decir una sola palabra más en toda la carrera y a medida que le iban superando en pista coches que, a priori, deberían ser más lentos, no podía más que quejarse al equipo de la falta de potencia.
Tras la carrera, Honda aseguró que al propulsor de Alonso no le pasó nada especial en la vuelta número 27 para que tuviese que retirarse. De hecho, la decisión de retirar el coche vino del piloto y no del equipo que tras la carrera no pudo ver ningún fallo en su coche.
«Nos dijo por la radio lo que pensaba que tenía un problema con el coche y aunque no había nada que lo demostrara en los datos, decidimos parar el coche por precaución» Yusuke Hasegawa, responsable de Honda en la Fórmula 1.
No es la primera vez esta temporada en la que cuando Fernando no tiene ritmo para