Audi adopta una nomenclatura estandarizada a nivel mundial para identificar la potencia de cada modelo en toda su gama de vehículos. Los nombres de cada serie de modelos –desde el Audi A1 al Audi Q7– permanecerán sin cambios.
Dentro de cada serie, una combinación de dos números sustituirá las distintas designaciones utilizadas anteriormente, representando la potencia específica de cada modelo. Esta nomenclatura se aplicará tanto para los vehículos con motor de combustión como para los Audi e-tron con propulsión híbrida y eléctrica.
El valor de referencia para la nueva nomenclatura es la potencia de cada modelo individual expresada en kilovatios (kW). Audi clasifica así su gama dentro de cada serie de modelos en diferentes niveles de rendimiento, identificados por una combinación de dos números. Por ejemplo, la combinación numérica “30” aparecerá en la parte trasera de los modelos con potencias comprendidas entre 81 y 96 kW. Y con el número “45” se identificará a las versiones con potencias entre los 169 y los 185 kW. Los modelos que ocupan la posición más alta en la gama en cuanto a potencia se identificarán con la combinación de números “70”, y serán los que superen los 400 kW. En cada caso, los números aparecerán sustituyendo a los que hasta ahora identificaban la cilindrada, junto a las siglas que representan la tecnología utilizada en cada motor: TFSI, TDI, g-tron o e-tron.
Las combinaciones de números que identifican los niveles de rendimiento en la gama de modelos Audi aumentan en incrementos de cinco, representando así una jerarquía dentro de sus respectivas series y la posición general que ocupan en la marca. Según la nueva nomenclatura, en el futuro el rango abarcaría desde el Audi Q2 30 TFSI con 85 kW hasta el Audi Q7 50 TDI con 200 kW. Los modelos de altas prestaciones S y RS,