Muy lejos quedan ya los tiempos en que Henry Ford ofrecía su Model T “en cualquier color que el cliente desee, siempre y cuando sea negro”. Si bien la frase anterior la llegó a pronunciar el industrial estadounidense, fue una coyuntura temporal: durante la mayor parte del tiempo en que dicho modelo estuvo en producción, se ofrecía la posibilidad de elegir entre varios colores. Sin embargo, ninguno de ellos adquiría la dimensión de la tonalidad ‘Python Green’ de Porsche. Primero: por motivos obvios relacionados con la tecnología. Segundo: porque esta pintura de Porsche cuesta casi una tercera parte del total del coche, una auténtica locura.
Los niveles de personalización en la época del Model T distaban de forma abismal de lo que podemos disfrutar hoy en día, en donde cualquier modelo de gran producción ofrece interesantes opciones de personalizaciones y un gran número de posibles configuraciones. Algunas marcas ofrecen departamentos exclusivos donde hacer realidad los caprichos más exigentes –Audi lo llama Audi Exclusive, Lamborghini tiene Ad Personam, el equivalente de Ferrari es Tailor Made y Porsche tiene Porsche Manufaktur, donde están los responsables de crear el 911 Turbo S Exclusive Series, del que mi compañero David Clavero os contó en esta prueba todos sus detalles.
Precisamente es ese modelo sobre el que Porsche ha decidido plasmar la que posiblemente sea la pintura más cara jamás vista hasta la fecha en un coche. Mientras que lo normal en el caso de encargar una tonalidad exclusiva suele ser un precio de cuatro dígitos, o una cifra baja de cinco, en el caso del ‘Verde Pitón’ se superan por mucho esas cantidades. ¿Que cuánto cuesta esta pintura? Ni más ni menos que la friolera de 82.645,50 euros. Sí, habéis leído bien; no es ninguna errata. Una pintura de más 82.000 euros, considerablemente más cara aún