Como si fueran los circunstanciales de un asesinato, el nuevo Nissan Leaf se ha presentado con nocturnidad y alevosía. La tercera generación del coche eléctrico más vendido en el mundo ya es oficial y a tenor de lo que podemos ver y los datos que tenemos podemos decir, que ahora sí, la firma japonesa ha dado un salto de gigante. Lo primero que debemos saber es que el nuevo Leaf cuenta con una potencia de 150 cv y una autonomía de 378 kilómetros, sin embargo, estos datos son solo el principio.
El primer punto que cambia, y positivamente, es su estética. La primera y segunda generación (son el mismo coche, pero se consideran diferentes por los cambios mecánicos que se añadieron en la última parte de su ciclo comercial) tenían un diseño que no enamoraba, por decirlo de alguna forma. Los diseñadores del nuevo Nissan Leaf ha sabido conjugar en un mismo formato las líneas del nuevo Micra, la forma monovolumen del Pulsar y la forma aerodinámica del anterior Leaf.
Si tenemos que mencionar a algún concep de la marca al que se parezca el nuevo Nissan Leaf es, con cierta distancia, el Sway. Sin embargo, el nuevo Leaf tiene una identidad propia. Lo primero que llama la atención son sus faros principales, con tecnología led, que crecen en tamaño y parten desde la nueva parrilla en forma de V. En ella llama la atención los tonos en negro piano y lo marcadas que están sus líneas, creando un efecto tridimensional. El frontal queda rematado por el nuevo paragolpes donde los faros anti nieblas ocupan sus esquinas.
La parte trasera también cambia. El nuevo Nissan Leaf deja atrás los faros verticales de su antecesor para emplear unos nuevos con forma de boomerang. El portón del maletero, a contraste, cuenta con un alerón integrado