El sector del automóvil cada vez está más polarizado. Cubrir los segmentos económicos y premium se está convirtiendo en prioridad para las marcas, pues en uno tienen el volumen necesario para crecer y en el otro los beneficios que necesitan para subsistir. Para librar esta lucha a dos aguas, las firmas que no tenían una historia premium han decidido crearla y como perfectos ejemplos tenemos a DS y a Genesis.
Tanto una como la otra son la prueba de que con un poco de diseño, una mejora de calidad palpable y sobre todo gastar dinero en imagen de marca, se pueden hacer cosas muy curiosas. Sin embargo, hacerse un hueco en este complicado segmento es muy difícil y tanto DS como Genesis no están en su mejor momento. La firma premium de Hyundai tiene unas ventas aceptables en los mercados de medio oriente, pero en Europa no ha logrado calar en el público.
La razón de que Genesis no cuajara en el Viejo Continente se ha debido a tres motivos: el primero por devenir de una firma plebeya, el segundo por un precio a priori elevado y el tercero por no contar con una gama mecánica competitiva y adaptada a los gustos de los clientes locales. Por lo demás, el Genesis era un producto más que satisfactorio, muy bien equipado y terminado y diferente a todo lo conocido en la actualidad.
Para iniciar un nuevo camino, el próximo día 15 se presentará en Seul el nuevo Genesis G70. Este modelo llegará a su mercado local y adyacentes antes de que acabe el mes y tendrá como principales rivales a las berlinas premium japonesas así como a los Audi A4, BMW Serie 3 o Mercedes-Benz Clase C. De él poco podemos decir pues su diseño, a tenor de la oscura imagen distribuida, aún es