Pues sí, parece mentira. Recientemente, la Guardia Civil de Tráfico ha realizado una campaña especial de siete días de duración vigilando el uso de los sistemas de retención para conductores y ocupantes de vehículos. Ni que decir tiene, que el cinturón es el elemento de seguridad pasiva que más vidas salva a los automovilistas, tanto a conductores como a pasajeros. ¿Por qué todavía hay personas que no lo usan? Resulta difícil de comprender el hecho de no “agarrarse” a un seguro de vida como es el cinturón de seguridad.
En esos siete días, del 11 al 17 de septiembre, los agentes han vigilado a más de 260.000 vehículos comprobando que llevarán el cinturón de seguridad abrochado y, en el caso de los más pequeños, los sistemas de retención infantil adecuados a su talla. En esos 260.000 vehículos controlados, 2.292 personas no hacían uso del cinturón. Pero veámoslo detalladamente.
De las 2.292 personas que han sido detectadas sin el uso de los sistemas de retención obligatorios, 2.094 eran adultas; 1.388 eran conductores y 706 pasajeros. Dentro de los pasajeros, 382 viajaban en el asiento del copiloto y 324 en alguna de las plazas posteriores. Si nos centramos en los menores, 198 viajaban sin usar los sistemas obligatorios, 41 en el asiento delantero y 157 en los traseros.
¿Seguimos con datos? De todos los usuarios que no hacían uso del cinturón, el 73 % lo hacían viajando por carreteras convencionales (recordemos que son las más peligrosas) y el 27 % restante por autopistas y autovías. Pero más allá de estos fríos datos, debemos usar el sentido común.
Vale, es cierto que nuestras carreteras necesitan una fuerte inversión en mejoras de pavimentos, señalizaciones o protecciones. No lo negamos en absoluto. Pero resulta contraproducente que aun sabiendo esto y sabiendo que el uso del cinturón de seguridad realmente