En Francia quieren mejorar la eficiencia de sus radares. Actualmente solo cuentan con 400 vehículos policiales equipados con radar, y cada uno de ellos funciona de media una hora al día. Poco, muy poco.
Al parecer la falta de agentes es uno de los motivos que les lleva a esos bajos índices de funcionamiento, pero tienen una solución, ya la han probado y empezará a funcionar en noviembre. Van a instalar radares en coches privados.
Lo han estado probando durante los últimos meses en Normandía y parece que ya tienen toda la maquinaria afinada para que los radares en coches privados comiencen a operar.
Empezarán con 26 coches con radar, cuyos conductores tendrán que hacer una ruta cada día fijada por las autoridades locales de tráfico. Luego aumentarán el número de vehículos.
Rutas marcadas por GPS y reconocimiento de señales
Los vehículos llevarán la ruta fijada en el GPS, tendrán que seguirla y en caso de que se desvíen no será válida la multa pertinente.
Al estar monitorizados por GPS, el sistema también detectará automáticamente cuáles son los límites de velocidad en cada tramo, por lo que hablamos de un funcionamiento completamente automático.
Los conductores serán conscientes de que llevarán un radar instalado en su vehículo, pero no podrán saber si un coche que les adelante es sancionado o no, y no tendrán evidentemente ningún tipo de control sobre las sanciones aplicadas.
Los coches serán vehículos privados sin ningún tipo de distintivo que los identifique como lo que realmente son. Es imposible detectarlos.
53 millones de euros de inversión
Ha habido muchas discusiones sobre esta medida, que ha generado muchas protestas en Francia. Algunos creen que el único fin de la misma es recaudar más dinero a costa de los conductores.
Según el gobierno francés en cambio, con esta medida podrán optimizar el