Los sleeper están de moda. Modelos de coches apartentemente inofensivos, en ocasiones modelos clásicos, que son capaces de medirse y batir a muchos superdeportivos. Son la última tendencia y cada vez hay más.
Un buen ejemplo es este que hoy os traemos. Se trata de un Volkswagen Golf Mk1 que exteriormente podría llegar a pasar como un modelo de serie, pero en realidad es una máquina de más de 1.000 caballos de potencia preparada por Boba-Motoring.
La carrocería de este coqueto MK1 permanece casi intacta, tal y como se vendía hace más de 30 años. No hay ni alerones, ni faldones, la aerodinámica es la que era cuando el Golf empezó a conquistar al pueblo.
Solo en el interior puede llamar la atención la ausencia de plazas traseras, la supresión del salpicadero y la presencia de una completa caja de barras antivuelco, por si algo va mal.
Tampoco se ha optado por ensanchar la carrocería a base de fibra. Las aletas siguen siendo las mismas de serie, aunque en los pasos de rueda encontramos llantas de chapa con neumáticos slick.
Motor original, aunque algo más apretado
Estos y la tracción a las cuatro ruedas son necesarios para transmitir la potencia al asfalto. Porque este Mk1 incorpora el motor 2.0 16 válvulas de serie, pero llevado al extremo para extraer 1.000 caballos.
Evidentemente el turbo es la clave para obtener semejante cifra de potencia. Un turbo antiguo, de esos que tienen mucho retraso a la hora de entrar en funcionamiento, pero una vez que lo hacen no hay quien los pare.
El Mk1 participó en la German Race 1000, una popular prueba de aceleración. La primera carrera la hizo capado a 940 caballos, y la salida fue nefasta. Eso no quita para que