A finales de 2016 Toyota lanzaba al mercado un modelo de gran protagonismo en su gama. Hablamos del Toyota C-HR, un crossover que se encuentra a caballo entre los segmentos B y C y que cuenta con la particularidad de tener un sistema de propulsión híbrido de 122 CV heredado directamente del Toyota Prius. Su principal baza, además de su sistema propulsor, es el diseño, pues muestra una estética arriesgada y diferenciada que no deja a nadie indiferente.
En Actualidad Motor pudimos probar este Toyota C-HR, y uno de los apartados que más nos gustó fue su chasis. Por otro lado, también lo condujimos durante varias horas en la siempre exigente prueba de las 24 Horas Híbridas de Toyota. Ahora, la empresa nipona ha decidido actualizar y variar sus equipamientos con el objetivo de dotarlo de una mayor personalización y diferenciación.
Dice Toyota que el nivel de equipamiento más vendido en este coche es el Advance, y es en éste donde más se han centrado sus modificaciones. El interior recibe un nuevo tono negro a la que se añade una línea gris en el salpicadero, además de una tapicería de tele negra. Dentro sigue manteniendo una consola central acabada en negro piano, algo que como ya sabéis no termina de convencernos demasiado pues atrapa suciedad con mucha rapidez.
Para el exterior, en este acabado Advance, se añaden a la gama dos nuevas opciones, con los colores Azul Nébula y Rojo Tokio pudiendo también optar por un techo negro siempre y cuando recurramos al Pack Luxury. El paquete Luxury añade también una tapicería en cuero negro, pero para llegar hasta él también hay que configurar nuestro Toyota C-HR con el paquete Advance Plus, que incorpora iluminación completa de LED, un sistema de audio JBL y dos elementos extras en el Toyota Safety Sense, que