La actual Mercedes Clase E, denominado internamente como W213, destaca por dar un salto brutal en cuanto a tecnología se refiere, posicionándose ligeramente por encima del BMW Serie 5 y muy por encima del Audi A6 actual – que ya queda algo anticuado pero que pronto recibirá su relevo generacional –. Entre toda esta tecnología que recibe la berlina de Mercedes, además de sistemas visibles y reconocibles como la nueva instrumentación completamente digital, cabe destacar la seguridad del vehículo.
Por fortuna, gracias a los avances, a los desarrollos y a la explotación de la tecnología mucho han cambiado las cosas en los últimos años, disfrutando actualmente de muchos más ángeles de la guarda que un ABS, un ESP o un conjunto de airbags. Hoy conocemos y probamos todo el sistema de seguridad Intelligent Drive de este Mercedes Clase E en las instalaciones del madrileño Circuito del Jarama porque, aunque ya probamos este modelo hace meses, no pudimos comprobar de forma segura y sin riesgos todo este arsenal de seguridad.
Los cinco puntos clave del Mercedes Clase E y su Intelligent Drive son los siguientes:
Asistir al conductor y facilitar su tarea en conducción durante situaciones normales
Reconocer lo posibles peligros
Advertir a tiempo, asistir en la reacción e intervenir en caso de que sea necesario
Evitar un posible accidente o, al menos, reducir la gravedad del mismo
Activar medidas de seguridad como elementos del Pre-Safe dependiendo de cada situación
Los diferentes sistemas funcionan gracias al uso de un radar, situado en el paragolpes frontal y trasero, que supervisa en cada momento los alrededores de la zona delantera del vehículo y una cámara estereoscópica multiusos, ubicada en el parabrisas. Así, recoge la información que inmediatamente después es procesada. En caso de ser necesario, activará unas u otras funciones de seguridad del vehículo.
De serie en todos los Mercedes Clase E
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