El Opel Crossland X es un SUV urbano que tiene un tamaño equiparable al del Mokka X, que es un modelo que sigue comercializándose. Nosotros probamos la versión diésel de 120 CV, que es muy recomendable por rendimiento y bajo consumo. El modelo de acceso ya está disponible en los concesionarios desde 18.042 euros (ver todos los precios).
Comparado con el Opel Mokka X, en el cual se ofrece la opción de tracción a las cuatro ruedas para salidas ocasionales fuera de carretera, el nuevo Opel Crossland X está predestinado para áreas urbanas.
Con una longitud total de 4,21 metros, el nuevo Crossland X es 16 centímetros más corto que un Astra mientras que al mismo tiempo es 10 centímetros más alto. Los ocupantes disfrutan por tanto de una posición elevada de asiento y una excelente visión general. Los clientes que busquen una sensación incluso mayor de espacio pueden elegir el techo panorámico de cristal.
Como en el Opel Adam, el Crossland X ofrece un «techo flotante» y también destaca el contorno cromado de las ventanillas que desciende hacia la parte trasera. Al igual que el Adam, los clientes pueden pedir diferentes colores para la carrocería y el techo.
Un interior atractivo y muy bien acabado
La calidad de fabricación y de materiales está por encima de la mayoría de sus rivales; supera a modelos como el Renault Captur, Nissan Juke, Toyota C-HR o Ford EcoSport, y se encuentra a la altura más o menos de un Peugeot 2008, modelo con el que comparte base mecánica y muchos componentes.
En su interior, el Crossland X es un vehículo que resulta muy satisfactorio por habitabilidad, tanto en las plazas delanteras como en las traseras. Los asientos delanteros están por encima de lo que solemos encontrar en la práctica totalidad de los modelos equivalentes de este precio y