Con el lanzamiento comercial de los i3 e i8 BMW selló su apuesta por la movilidad sostenible. La electrificación de su portfolio se inició con la creación de la sub marca i y sendos modelos, pero eso no significa que la firma bávara se vaya a quedar ahí quieta. Dos de los pilares sobre los que se basa esta estrategia a futuro pasan por la innovación y desarrollo de materiales compuestos ligeros y la creación de baterías y acumuladores de energía eléctrica.
La primera línea de investigación la tienen cubierta con la sociedad SGL Group. Esta firma fue creada en 2009 para el desarrollo y fabricación de materiales compuestos (como fibra de carbono) con los que fabricar los modelos que forman parte de la familia i. Hasta ahora, BMW controlaba un 49 por ciento de su accionariado pero, en pro de realizar nuevas inversiones, se ha deshecho de este paquete en beneficio de SGL Group SE (accionista mayoritario de la firma); aunque el acuerdo comercial entre ambas sigue vigente.
El siguiente paso en BMW pasa por levantar una nueva planta para el desarrollo y fabricación de células para baterías. La ubicación elegida no ha sido otra que Munich, ciudad natal de la marca bávara y cuartel general para sus operaciones a nivel mundial. Este centro, se configurará como un nuevo emplazamiento para la Investigación, Desarrollo e Innovación en el campo de las baterías eléctricas.
Según Oliver Zipse, miembro de la Junta Directiva de BMW
“al producir prototipos de células de batería, podemos analizar y comprender completamente los procesos de creación de valor de la célula […] el conocimiento que obtenemos es muy importante para nosotros, independientemente de si producimos las células de la batería nosotros mismos, o no”
De esta forma, y como están haciendo otros fabricantes, la firma de la hélice está invirtiendo para