Hoy hay convocada una jornada de huelga de taxistas a nivel nacional, así que puede ser complicado encontrar un taxi que esté de servicio, a no ser que te encuentres en alguna ciudad de Asturias o Castilla y León, donde las asociaciones del sector se han desmarcado de este paro.
La razón es la ya habitual: Uber y Cabify, y el difícil encaje de estas empresas en un modelo de negocio concebido para que una licencia de uso constituyera una cierta garantía de estabilidad laboral. El cumplimiento de la legalidad vigente, la necesidad de un marco regulatorio… lo de siempre.
Las asociaciones del taxi esperan reunir hoy aproximadamente 20.000 manifestantes en el centro de Madrid.
El paro ha comenzado hoy a las 6:00 y se prorrogará durante 24 horas en ciudades como Madrid y Sevilla, mientras que en Barcelona y Valencia la huelga durará hasta las 2:00 de la madrugada de mañana, jueves.
Con todo, el seguimiento no será parejo en toda España. En comunidades como Cantabria, por ejemplo, los taxistas sólo estarán de huelga durante las cuatro horas que durará la manifestación convocada en Madrid, que se prevé multitudinaria.
Las dificultades de modernizar un sector que se enfrenta a sí mismo
Esta disparidad de criterios se puede tomar como una metáfora de la desunión que preside el sector del taxi, donde los taxistas acuden al paro mientras todavía ajustan cuentas internamente.
Estas cuentas tienen su máximo exponente ahora mismo en el caso de MyTaxi, la app que en 2016 fue acusada de dumping por la Federación Profesional del Taxi (Fedetaxi), que aglutina al 70 % de los taxistas, cuando este servicio basado en una aplicación móvil comenzó a regalar el 50 % de descuento a sus clientes como promoción de bienvenida.
MyTaxi defiende sus promociones por entender que en todo caso se aplican los