El cese en la producción del mítico Land Rover Defender nos ha dejado huérfanos de uno de los todo terrenos más duros y efectivos del mercado. Sin embargo, para desarrollar un sustituto que esté a su nivel, la casa inglesa se está tomando más tiempo del que nos gustaría. Según los máximos responsables del Grupo Tata (su propietaria), el desarrollo de un modelo así supone una inversión muy importante que han de rentabilizar en un plazo razonable, y esa es la cuestión que están discutiendo.
A día de hoy, se sabe que Land Rover cumplirá 70 años de vida en 2018 por lo que todos los rumores apuntan a que celebrarán tan fastuosa fecha presentando la nueva generación del Defender. Hasta ahí podemos leer, pues el resto de noticias de este modelo son rumores que no conducen a una claridad evidente. Sin embargo, Gerry McGovern, Director Creativo de la marca ha realizado unas declaraciones en el Salón del Automóvil de Los Ángeles que arrojan algo de luz a esta historia.
Según McGovern, para justificar la inversión que el Grupo Tata tiene que hacer para lanzar el sucesor del Defender, se tiene que hablar y crear un modelo global. Para justificar sus palabras hizo la siguiente aclaración
“seamos realistas, el anterior Defender en un período de 68 años vendió poco más de dos millones de unidades. Si piensas en el Evoque, durante cinco o seis años se han vendido más de 700 mil unidades en este período”
“es necesario reconocer el gran legado de Defender en términos de su capacidad, en términos de su robustez, su durabilidad, pero no necesariamente su calidad visual”
Continuando con sus declaraciones, en cuanto al diseño que podría lucir el próximo Defender, McGovern ha aclarado que no será un Disvovery en formato reducido. Sus palabras han descrito la próxima generación de