Las relaciones de colaboración entre PSA y Opel, anteriores a la adquisición de la marca por parte del fabricante francés, permitieron al Opel Grandland X ver la luz. Este SUV compacto era desvelado en abril de este año 2017 y pudimos verlo en persona -pero no probarlo- durante su presentación estática en junio. A finales del verano la compañía lo lanzaba al mercado con dos niveles de equipamiento –Selective y Excellence– y motorizaciones diésel y gasolina con 120 y 130 CV respectivamente.
Ahora, la firma del rayo amplía la oferta de su nuevo SUV compacto con la llegada de una motorización diésel 2.0 de 177 CV con transmisión automática de ocho velocidades y un nuevo nivel de acabado más lujoso denominado Ultimate. Esta nueva motorización de gasoil solo se puede configurar, al menos por el momento, con este nuevo acabado premium que hoy os desvelamos.
Motor 2.0 diésel de 177 CV para el Opel Grandland X
Como citábamos anteriormente, el nuevo motor diésel es un 2.0 litros que eroga 177 CV a 3.750 rpm y 400 Nm de par a partir de 2.000 rpm. Dicha mecánica solo se puede asociar a la transmisión automática de ocho velocidades, la misma que también utiliza el nuevo Insignia en algunas versiones.
Según los datos de homologación, el Opel Grandland X con esta mecánica consume 4,8 l/100 km en ciclo mixto, puede acelerar de 0 a 100 km/en 9,1 segundos y obtiene una velocidad máxima de 214 km/h. El 2.0 turbo diésel de 177 CV recurre a un sistema SCR (Reducción Selectiva de Catalización) con AdBlue para reducir las peligrosas emisiones de NOx.
Acabado Ultimate para el Opel Grandland X
Por otro lado, y como os desvelábamos al inicio de este artículo, el Opel Grandland X también estrena un nuevo acabado más lujoso. Se denomina Ultimate y se posiciona como