Esta semana hemos tenido la oportunidad de probar uno de los superventas de nuestro país en la versión más asequible que hay en el mercado: el Seat Ibiza Reference Plus 1.0 75 CV. Pero no te dejes engañar por que sea el más básico de su gama, a pesar de esto ofrece un equipamiento, un espacio interior y una calidad de conducción difícilmente igualables en la categoría de los compactos.
Buena cuenta de ello da su asistente a la frenada con detector de peatones, su pantalla táctil y las posibilidades de conectividad que ofrece. Pero donde realmente destaca el pequeño Ibiza de nuestra prueba es en el espacio interior, que supera con creces a la anterior generación, y en la comodidad y el buen comportamiento que tiene su chasis, tanto cuando se conduce con tranquilidad como cuando se le exige algo más.
Cambian las tornas, ahora el Ibiza se asemeja al Leon
Como puedes ver en las imágenes el Ibiza tiene unas proporciones más habituales de coches del segmento C sin culo. Esto se debe principalmente a que su plataforma es el la MQB A0 del Grupo Volkswagen, que también usan el Volkswagen Polo y el futuro Audi A1. Gracias a ella la distancia entre ejes es mayor dándole el aspecto de un coche más grande, sin que sus medidas se hayan modificado significativamente. Ahora el Ibiza mide 4,06 m, apenas unos cm más que su predecesor.
Las formas de su morro y laterales mantienen las líneas de diseño que sigue la marca española. Aunque no ocurre lo mismo con la trasera, que es donde más tiene una personalidad propia el Ibiza. De ello se encargan las hendiduras que tiene alrededor de las luces traseras y el embellecedor de color negro en la parte baja del parachoques trasero.
Interior correcto sin lujos
En el interior nos