A día de hoy, el modelo más grande que tiene Land Rover en su portfolio es el lujoso Range Rover. Este SUV de cinco metros de longitud, representa lo máximo en cuanto a tecnología y potencia dentro de la gama del fabricante anglosajón. Sin embargo, si nos ponemos a mirar en el mercado, aún existen todo caminos más grandes, exclusivos y potentes (que no más versátiles, capaces y equipados) que el tope de gama de la marca inglesa.
El Bentley Bentayga fue el primer súper SUV que inauguró esta categoría, y tras él llegará al mercado el impresionante Lamborghini Urus. Ante esta situación, firmas rivales como Rolls Royce también se sumarán y lanzará un modelo de semejantes características. En un primer momento puede parecer que son un éxito de ventas, pero la realidad es cruel y ha demostrado que al Bentayga le está costando la misma vida llegar al público que la marca quería.
Teniendo en cuenta cómo está evolucionando el mercado, lo lógico sería pensar que Land Rover lanzara al mercado un rival para estos modelos que se posicionara por encima del Range Rover. Sin embargo, según Joe Eberhardt, Director Ejecutivo de Jaguar Land Rover North America, tomar ese camino sería erróneo, pues su difusión en ventas sería muy limitada y su coste de desarrollo y adaptación no sería rentabilizado en el tiempo necesario.
Para justificar sus palabras pone un ejemplo claro que todos conocemos. Mercedes-Benz resucitó la firma Maybach con dos modelos “supuestamente” nuevos y muy poco éxito. Este fracaso sucedió porque ambos modelos eran una variante de la Clase S que comercializaba en ese momento. Por esta razón, el público nunca vio con buenos ojos su comercialización, y más al desorbitado precio que se ofrecía.
Otra razón que apunta Eberhardt es que en Land Rover durante años la joya de la