La gente de Porsche, nos ha traído hasta el circuito de Ascari, en Ronda, para conocer los nuevos Porsche 718 Cayman GTS y Porsche 718 Boxster GTS, que son los últimos exponentes de acceso a la división deportiva de la marca, pretendiendo mejorar a los ya conocidos Porsche 718 Cayman y Porsche 718 Boxster.
La primera vez que conduje el nuevo Porsche 718 Boxster, fue toda una decepción. La sustitución del motor seis cilindros atmosférico por un nuevo cuatro cilindros sobrealimentado perseguía como objetivo primordial la reducción del consumo. La rebaja llegó hasta el 14% y las cifras de prestaciones –lo más importante- mejoraron ligeramente. A nivel de ingeniería, Porsche había realizado un trabajo excelente, pero su motor y el sonido que éste emanaba, lo dejaban en una situación algo tétrica.
Las piezas del puzzle no me terminaba de encajar: su nuevo bóxer de 4 cilindros estaba -prestacionalmente- puesto a punto de una forma extraordinaria, pero su conducción resultaba mucho menos excitante e intensa que lo que los números prometían. El chasis no era nada malo, en absoluto. Se trataba de un tema más pasional y relativo a emociones… Y, tratándose de uno de los momentos más entusiasmantes en la historia de Porsche, estaba convencido que el cambio no había mejorado la experiencia.
Después conocimos al Porsche 718 Boxster S. Con 50 caballos más y, sobre todo, un turbo de geometría variable, mejoraba bastante la historia, ofreciendo un desempeño más progresivo y un comportamiento más adictivo. Ahora Porsche, pretende enamorarnos lanzando los nuevos Porsche 718 Cayman GTS y 718 Boxster GTS, acrónimos de Gran Turismo Sport o, lo que es lo mismo, sinónimo de pureza de conducción desde que en 1963 debutase el 904 Carrera GTS.
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Estos nuevos GTS son, en realidad, unos 718 Cayman S y 718 Boxster