Stoffel Vandoorne ha tenido una primera temporada más compleja de lo que le hubiese gustado al piloto belga. Los problemas con los propulsores de Honda, que más que haber evolucionado dieron un paso atrás y la dificultad de conseguir resultados ha empañado lo que para su jefe de equipo Zak Brown ha sido un buen debut.
Para colmo, tener a un compañero de equipo como Fernando Alonso en uno de los momentos más complicados de su carrera deportiva, no le ha ayudado mucho tampoco. Sus resultados en comparación con los del español no le han dejado en muy bien lugar, pero desde el equipo quieren recordar que no siempre los dos han tenido el mismo monoplaza. Alonso tenía preferencia a la hora de montar las mejoras.
Ninguno de los últimos compañeros de equipo que ha tenido el asturiano en los últimos años ha salido muy bien parado en lo que a comparaciones respecta. Siempre se ha comentado que el piloto de Woking tiene la habilidad de sacar lo máximo de cada monoplaza en el que se sube.
Este año, en clasificación, Vandoorne tan solo superó a Alonso en tres ocasiones. Y en una de ellas, con un Alonso sancionado por cambiar de motor yendo más lento de lo que podía para tratar de darle un puesto en la Q3 para el belga.
Falta de fiabilidad y mucha presión
Zak Brown, CEO de McLaren y el hombre que parece haber devuelto la esperanza a los de Woking, ha salido durante el periodo invernal en defensa de su joven promesa. Para el empresario americano la actuación de Vandoorne esta temporada ha estado a la altura de lo esperado.
«Ha sido un inicio muy difícil para él por nuestros problemas de fiabilidad. Era novato y no había pisado antes muchos de