Vías desiertas, carteles en cada esquina con el número de carreras y los nombres de los competidores, y un gentío concentrado en un único e importantísimo lugar de la ciudad de Roma, el Circo Máximo. Hoy es día de carreras y se nota en el ambiente. Es el entretenimiento favorito de la población, pero si provienes de fuera de las fronteras del Imperio, quizá te interese saber más.
El gigantesco hipódromo de arena del Circo Máximo de Roma, de más de DC metros de largo y CXX metros de ancho, es el escenario más importante para las carreras de cuadrigas, con un aforo de ¡hasta CCL romanos sentados!
I. Equipos y aurigas
Lo que para muchos son auténticos domadores de bestias para los romanos son aurigas, es decir, los infames conductores de las cuadrigas, de baja clase social, que a menudo son esclavos -pueden ganarse su libertad mediante buenos resultados en la pista-. A pesar de todo, si consiguen el éxito en el mundo de las carreras, se convierten en auténticos héroes del pueblo.
Las carreras son una competición por equipos, cada uno de ellos con un color asignado de entre los IV que se suelen utilizar: blanco, rojo, verde y azul. El vesánico Emperador Domiciano añadió otros colores como el dorado o el púrpura, pero enseguida fueron desechados en nombre de la cordura.
III son los carros o cuadrigas que representan a cada color, y éste último sirve para que los ciudadanos puedan apostar desde las gradas por su auriga favorito. La cuadriga vencedora recibe grandes cantidades de dinero, así como coronas y hojas de palma.
II. Spina y las carreras
Un elemento clave de nuestras carreras de cuadrigas es la llamada Spina, que en esencia es un largo muro levantado para dividir la gran pista de arena en dos. Y como estamos en Roma, luce