Hacer lo mismo una y otra vez y esperar resultados distintos suele ser absurdo, pero si hablamos de controles de alcohol y drogas en la carretera, lo que debería ser es lo normal. La DGT es asidua publicando notas de prensa informando acerca del incremento de controles, más aún en estas fechas, pero parece que las advertencias y el sentido común caen en saco roto. De hecho, ya nos hicimos eco de la compra de 156 nuevas furgonetas para incrementar los controles de alcohol y otras drogas esta Navidad.
En esta campaña se ha incrementado un 60 % el número de pruebas de drogas realizado respecto a la última campaña de junio, y los resultados no han sido nada positivos: en una semana, 2.163 conductores han sido detectados en carretera por agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil por conducir tras haber consumido alcohol u otras drogas. A la cabeza, el cannabis.
569 casos de consumo de cannabis en una semana
La campaña de intensificación de la vigilancia puesta en marcha por la DGT del 11 al 17 de diciembre se ha saldado con 126.059 pruebas: 3.185 pruebas de detección de drogas y 122.874 pruebas de control de alcoholemia.
De esas 3.185 pruebas de detección de drogas hechas a conductores que presentaban algún síntoma de haber ingerido alguna sustancia, habían cometido alguna infracción o se habían visto implicados en un accidente, un total de 816 resultaron positivas, es decir el 26 % del total.
Aquí nos encontramos con el problema (y extendida excusa) de siempre. En drogas no se puede hacer una prueba milimétrica como sí se hace con el alcohol; sólo se puede llevar a cabo una prueba binaria (positivo / negativo). Esto nos lleva a una tesitura: aunque consumieras hace un día dicha sustancia, te van a multar igualmente aún